Canciones como la presente (el video es del 2010 pero también los hay de 2011) nos reconcilian con el buen gusto y el amor al arte. La música apenas se oye pues lo importante es lo que se ve. Lady Gaga se lo monta en una cama redonda donde hace de todo menos cantar y bailar. La chica pisa fuerte y, aunque sólo ruboriza a las monjas ursulinas, los medios y medias le hacen gran publicidad por sus excentricidades "escandalosas". En fin, un fenómeno típico de laboratorio idioticrático que acabará haciendo plof o plaf cualquier año de éstos. Qué pena verla tan joven y tan gagá.
Y como las comparaciones siempre son odiosas, sobre todo para los que salen malparados, veamos a otra lady, en este caso llamada Adele, dedicada sólo a cantar, que para eso tiene un portento de voz. Por eso mismo no necesita salir al escenario enseñando las bragas, montando numeritos infantiles o haciendo el chorra con el público. Su éxito demuestra que todavía hay millones de personas que prefieren lo natural frente a lo prefabricado.
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