27 marzo 2013

0 6 PALABRITAS DE LA CASTA, 6

*** Miguel Cardenal, Secretario de Estado para el deporte: "Entendemos que es una oportunidad (Madrid 2020). El presupuesto (1.500 millones) es un esfuerzo muy pequeño para las administraciones públicas… Es una cantidad que casi diría insignificante." Pues si es casi insignificante la pones de tu bolsillo y de los de la señora Botella, el señor Gallardón, Rajoy y toda la parentela de la Casta, que es en lo único en que se han puesto de acuerdo. (Hay donde chupar…). Tan insignificante que podríamos ahorrárnosla, además del ahorro de toda la pasta gansa que algunos se están llevando por promover la candidatura a nuestra costa. Ah, que se van a construir tropecientos mil puestos de trabajo. ¡Andaaa yaaaa! 

*** Tras la nueva reforma de las pensiones, otra vuelta de tuerca sobre el ciudadano currante, la señoritinga Cospedal, secretaria general del PP, ha dicho con esa labia trapacera que la caracteriza: “El PP ha vuelto a salvar el futuro de las pensiones”. Gracias, señora, gracias por pensar en los futuros jubilados añadiendo años de cotización, aumentando la edad de jubilación y otros perendengues. No sé cómo se la apaña el pepe y su gobierno (¿tendrá al Espíritu Santo como inspirador?) para que cada restricción, congelación, recorte y robo al ciudadano se convierta, por arte de magia, en un elemento de salvación de su alma y bolsillo. ¡Gracias, señora, muchas gracias por la merced que nos hace! Y ahora, tras los aplausos, besos y abrazos, el punto final: ¡Váyase al cuerno! Se nos mea y encima nos dice que lo hace para que estemos más calentitos. ¡Váyase al cuerno! 


*** El portavoz de IU en el parlamento de Andalucía, Jose Antonio Castro, tras la muerte de Hugo Chávez, el gorila rojo, dijo entre lágrimas secas que "muchas de las medidas implantadas en Venezuela son trasladables a Andalucía”. Estamos con él cuando afirmó eso tan bonito de “creemos en la intervención del Estado en la economía y en reservar los sectores estratégicos para el sector público”. En lo que no estamos de acuerdo es en cómo entiende esa intervención la camarilla que gobierna IU. No hace falta remontarse a los viejos tiempos del telón de acero o a los sempiternos cubanos, en que hasta para salir al extranjero a mear tienes que pedir permiso al comandante. Si el modelo de socialismo del XXI ha sido Hugo el Charlatán (para empezar, un militar en el poder, con lo demócratas que son los militares) habrá que pensar que algunos que se las dan progres y modernos están más rancios que un queso de cinco años. Por de pronto, tras su cohabitación con el psoe en el gobiernillo andalú, lo único que sabemos de IU es que tiene mala memoria, gusta del poder a cualquier precio, lo ejerce con la caradura que el resto de las formaciones políticas, la profundización en la democracia le importa un carajo y al ciudadano se lo pasa por el forro. 


*** Vayámonos a Cataluña, la “diferente”. Allí, el presidente Mas (o Menos, según quien opine), convocó de urgencia el otro día a su gobierno para buscar soluciones a la asfixia financiera de las arcas catalanas. Traducido: “No tenemos un euro, debemos lo que no está escrito, nadie nos fía y en cualquier momento la tierra se puede abrir y tragarnos a todos por mucha soberanitis y martingalitis que le echemos al asunto”. Después de sangrar a sus ciudadanos (Drácula lo hubiera hecho más finamente), ahora se impone la cruda realidad ante los delirios habituales: estamos en la ruina más ruinosa, aunque no me toquen las embajadas por si tenemos que salir por piernas de Cataluña. Así que hay que ir en busca de los que pueden darnos un poco de agua y pan, los Rajoy boys, a ver si logramos salir de ésta y ya vendrán tiempos mejores para soñar despiertos. “Abran vías de diálogo con los ministros del Gobierno de Rajoy para buscar soluciones a la sequía de liquidez” , vino a decir el molt honorable a sus consejeros, llamados tan deprisa que no tuvieron tiempo ni de ponerse el traje y la corbata. ¿Y ahora qué? –se preguntará el público de la peli ya vista tantas veces. Pues ahora, lo de siempre: soltar manteca colorá al honorable para que salve el culo, los catalanes seguirán expoliados por su propio gobierno, (menos los que chupan del Régimen a dos carrillos) y a seguir llorando porque los lagrimales deben estar siempre bien entrenados. 


*** Al pobre Rubalcaba se le está poniendo cara de Rajoy, sólo que a éste las mentiras se le notan en cada palabra que dice y al psocialista eterno ya ni se les notan: las ha hecho parte de sí mismo. En cuanto se ha quedado de solista en la pista le han crecido los enanos. Enanitos de la talla de López, Gómez, Navarro y sus excelencias Griñán y Chacón. Al hilo del “suceso” de Ponferrada, del que además del sentido común desaparecieron todas las cortesanas de la igualdad y el feminismo de salón de peluquería de chicas fashion, el mentirosillo don Alfredo ha dicho: “El Psoe reforzará sus estructuras para que no suceda nunca más un caso como el de Ponferrada”. Reforzará sus estructuras… Pero si tienen más agujeros que un colador… Nunca más. Teniendo en cuenta que le quedan dos telediarios al frente del chiringuito, parece una aseveración excesiva… ¿Cuántos nunca mais ha pronunciado su partido en los años de democracia verbenera que llevamos disfrutando a golpe de talón que luego algunos se llevan a casita? ¿Qué fue de aquel partido de los descamisados (dixit Alfonso Guerra, el más gracioso del convento) que tras aquellos años de escándalo diario ha llegado a regenerarse tanto que ya ni se entera (?) de a dónde va el dinero de los Eres andalusíes? Nunca más… Nunca más… Hasta la próxima, Alfredo. 

*** El asunto de los ERES andaluces va avanzando poco a poco y la jueza Alaya ya está en disposición de escribir que “los sindicatos CCOO y UGT cobraron comisiones aunque no hubiesen efectuado trabajo alguno”. El secretario general de la UGT, el catedrático de la nada, señor Pastrana, ha sido el primero en salir al quite para decir que “nosotros nada tenemos que ver con esos cobros irregulares", O sea, que su contabilidad está limpia como una patena y al que diga lo contrario le monta una huelga general. Su sindicato siempre ha ido “por delante de la Justicia” –ha recalcado, lo cual es para nota. “Somos una organización con paredes de cristal y con una trayectoria intachable”. Lo que se le ha olvidado decir al catedrático Pastrana es que los cristales son ahumados y que la trayectoria será intachable pero está más torcida que una rosca de churros, pero como la autocrítica no es el fuerte de la casta política, sindical y empresarial (la elite financiera no es una casta, es una mafia), dejémosle contento con sus cuentos y neuras. A los ciudadanos nos encanta hacer el bien a quienes nos toman por idiotas e imbéciles. ¿Eh que sí, camarada Pastrana?

23 marzo 2013

0 SOBREVIVIENTES A PESAR DE TODO


A pesar de la crisis que está arramblando con todo, con nuestro presente, casi con el futuro y, por supuesto, con nuestro pasado (¡cuántos negocios, trabajos, comercios y lugares que nos vieron nacer, crecer y vivir se están yendo al garete!), a pesar de todo eso, todavía hay gente con ganas de hacer cosas, de crear, de tener ideas nuevas y originales, de pelearse contra todo. Quiero ejemplarizar esta actitud en el ámbito de la música de nuestra gente joven, la cual tiene encima que luchar contra esa lacra del pirateo puro y duro. No es que estemos de acuerdo con la forma de criminalizar a cualquier internetero que se baja una canción o una película pero tampoco con que nuestros creadores lo hagan por amor al arte pues, en ese caso, acabarán mandando todo a hacer puñetas para dedicarse a cultivar champiñones o habas donde, al menos, hay algún beneficio por el trabajo bien hecho. He aquí mi sincero homenaje a estos esforzados jovenes de la música actual que intentan sobrevivir en un tinglado plagado de tiburones y que lo hacen con mucha, muchísima dignidad. ¡Ojalá se recononozca vuestro ingenio y creatividad!

18 marzo 2013

0 LA EXITOSA HISTORIA DE JACINTO CHAMPÚ



(Aviso a navegantes: Cualquier parecido con la realidad más irreal es pura coincidencia, o sea, que sí…)

Jacinto Champú Gominola vino al mundo un día lluvioso y frío de febrero. Nada más verlo su padre, don Rigoberto Champú Desodorante, experto en Cosmética y Perfumería,  pronunció estas vaticinadoras palabras:

—Jodé, qué cabezón tiene el chavea… ¡Y qué redondo…! Pa mí que éste le va a dar al baloncesto…
—Rigo… -dijo con apocada voz la parturienta, o sea, su esposa-, no te has fijado bien. ¿No ves unos pentagonitos de pelo en su gordita cabecita? Nuestro hijo tirará más por el fútbol…

Doña Benigna Gominola Chupachups, predestinada por sus apellidos familiares a trabajar en una tienda de chucherías durante toda su vida, era más perspicaz que su maridito. “Además –concluyó la susodicha-, las patadas que me daba cuando lo tenía en la barriga eran más propias de un futbolista que de un canastero…”.

En el colegio, Jacinto Champú pronto destacó en cómo manejaba el balón con destreza y puntería. Varios cristales de las aulas en que estuvo fueron reventados a conciencia pues el mozo odiaba las clases. Sólo lograba realizarse como ser humanoide jugando a la pelota en el recreo. Durante esos treinta minutos se transformaba en un  ser apasionado dispuesto a todo con tal de ganar el encuentro.

—Este chaval será leñador cuando sea mayor –se oyó una vez decir a un profe que andaba por allí.
—¿Cómo lo sabes? –le preguntó otro.
—Por la leña que reparte cuando juega al fútbol.

Pero a Jacinto Champú le visitó la mala suerte, ya mozalbete larguirucho y desgarbado por aquello de la adolescencia. Un pésimo día le tocó a él recibir una entrada criminal de otro apasionado del “no pasarán”. Rotura de los ligamentos cruzados de ambas piernas, evaporación de la rótula izquierda, meniscos triturados por cinco sitios, esguince de ambos cuádriceps y unas cuantas cosillas más, pero éstas sin importancia. No quedó para una silla de ruedas pero nunca más pudo volver a disputar un encuentro.

Sus padres quisieron entonces encaminarlo por la vía del negocio familiar, pero Jacinto dijo que nones, que lo suyo era el fútbol y que se ganaría la vida con él, mas como su cerebro estaba peor que sus piernas, entendió juiciosamente que no podría ser entrenador  o utillero. Aunque todavía era demasiado joven para desempeñar puestos de responsabilidad, pensó que si se camelaba a la directiva del club de sus amores, podría llevar una vidorra plena en aquel mundo que tanto le narcotizaba. Primero fundó una peña deportiva bastante golfa dispuesta a sembrar el pánico en los estadios, cobijada bajo banderas ultras, gritos horripilantes y petardazos. Pronto encontró numerosos camaradas de tropelías, que le aceptaron y adoraron como si fuera un becerro de oro (bueno, algo tenía de becerro, para qué les voy a engañar). Un poco más tarde consiguió el elogio de la directiva, incluyendo un chiringuito dentro del propio estadio para  guardar en él toda la artillería con que defendía a capa y espada al equipo de sus entretelas y frenesíes.

Jacinto había alcanzado bien pronto sus objetivos estratégicos: era utilísimo a los intereses del club y de sus dirigentes, aunque alguna vez –llevado por su fanatismo tan ardoroso y arrojadizo- se le fue la mano y metió la pata y el pedrusco, con lo que las autoridades deportivas no tuvieron más remedio que verse obligadas a cerrar el campo durante algunos partidos. A él, en cambio, se le habían abierto todas sus expectativas: su peña siempre era invitada a seguir al equipo para que animase a los jugadores y aficionados propios y desanimase con sus gamberradas a los ajenos. Incluso le pusieron un sueldo mensual, pagado con dinero opaco o traslúcido, no sé. Empezó a ser una institución en el equipo. Su pasión era muy útil y eficaz, como así se acreditaba partido tras partido. Consiguió que el campo se convirtiese en un bastión casi inexpugnable donde todos los rivales caían como moscas impresionados por los cánticos, los insultos, las amenazas y alguna pedrada que otra. Los aficionados contrarios le temían tanto que  rehusaban acudir a aquel campo tan conflictivo donde reinaban tipos tan cafres. Cuentan las crónicas que Jacinto Champú empezó a ser valorado más que los mismísimos jugadores y que en algunas ocasiones en que lo requirió, el propio club puso a su disposición una avioneta con piloto automático para que cumpliera con sus obligaciones extradeportivas.

Nuestro héroe, desheredado por sus padres al comprobar que aquel hijo de cabeza tan redonda y hueca les había salido rana y faltón, sólo tenía una preocupación cuando comprobó que su negocio iba a toda vela.

—Tengo que encontrar entre la tropa una tía que se me parezca, aunque deberá ser más guapa y estar más jamona. Quiero tener un hijo para enseñarle mis amplios conocimientos sobre el tema. Por mucho que yo me empeñe jamás conseguiré que nuestro equipazo gane la Champion algún año de estos pues nos falta experiencia y pasta, pero si consideramos el asunto a más largo plazo, mi hijito podrá conseguirlo siempre que aprenda todo lo que yo sé, que es mucho y bueno… Hay que empezar buscando un jeque y un capo de mucho prestigio y luego ya ficharemos a los mejores jugadores del mundo… Yo sólo no puedo desempeñar tan histórica misión.

Como loco –aquí uso la palabreja anterior en su plena acepción, o sea, la psiquiátrica- anduvo un par de  temporadas buscando a una chavalota que tuviese una genética digna de su alto rango futbolero. Por fin consiguió enamorarse de una tal Tomasita Pedorreta, tan cabeza hueca como él, hincha acérrima del equipo y de armas tomar cuando se ponía la bufanda y el pasamontañas en los partidos de casa. Aquella mujer era un Jacinto con tetas. Como era de esperar no pararon hasta tener un churumbel, mofletudo, sonrosado y de cabeza balompédica. Jacinto Champú es ahora un hombre feliz  y más que lo va a ser en cuanto su chavea crezca un poco y empiece a ayudarle en su titánica misión de llevar a su equipo a la cúspide del fútbol europeo y mundial. Jacintillo, que así se llama el nuevo monstruito, ya apunta maneras (ver fotillo superior, en plena faena), tal como su padre le ha ido enseñando en los pocos años que lleva de vidilla. Acuérdense de este nombre: Jacintillo Champú Pedorreta. Hará historia…

15 marzo 2013

0 EXPERTOS, EL CLÁSICO Y PIRATAS


¿No tienes ni puñetera idea de qué hacer o cómo solucionar cualquier asuntejo algo complicado? Nombras una comisión de expertos. ¿No tienes ganas de trabajar buscando la salida del callejón en que tú mismo te has metido? Nombras una comisión de expertos. ¿Te apetece quedar como un señorito muy democrático que da la voz al pueblo a través de sus sabios más preclaros? Nombras una comisión de expertos. Los sabios, faltaría plus, son amiguetes del partido, conocidos de la facultad, pichasfrías de calenturas pasadas. Devuelves un favor, que pagas con sueldos opíparos, y luego tendrás la posibilidad de tirar sus cuatro folios de banales conclusiones al cubo de la basura si eso es lo que te apetece o enmendarles la plana o hasta hacerles algo de caso. Son de la casa y a los amigos todo se les perdona y todo lo perdonan. (Publicado el 7/09/2008 en "Paridas Grillescas: Ja, ja... comités de sabios y expertos.").
-Eh, Puñetas, es hora de despertar. El clásico Madrid-Barça ya pasó y, por si no lo sabe, los de Guardiola le metieron 6 a 2 a los de Juande. Una paliza histórica…
-Pues nada, que levanten un monolito en las Ramblas para conmemorar la heroicidad culera y que en el Bernabéu pongan una lápida recordando tan sonoro fracaso merengón.
-El título de su anterior artículo (“Peor que la gripe porcina: llega el enésimo Madrid-Barça”) ha sido muy comentado en ministerios, bares y prostíbulos. Por exagerado, quiero decir…
-Qué va, hombre… La gripe porcina, o como ahora la llamen, pasará pero el cretinismo mediático y la estupidez globalizada en torno a este tipo de encuentros, eso… ¡no pasará!
(Publicado el 3/05/2009 en "Por el arco del triunfo: La escopeta nacional del clásico").
Ya no quedan piratas como los de antes. Esos que se echaban a la mar a por los tesoros que otros llevaban en los barcos, se jugaban la vida en conseguirlos y mantenían en bastantes casos cierta deontología profesional. Aquellos piratas que ni eran todos tuertos ni tenían la pata de palo, volaron con la modernidad.

Los piratas de ahora son de variados pelajes, pero los auténticos –los de pata negra-están localizados en el sector de las telecomunicaciones y nuevas tecnologías. Son los Memosoft, Timofónica, Launa, Sogeplus… Compañías a las que tienes que pagar para poder ponerte en contacto con ellas aunque la razón se deba a un fallo o incumplimiento imputable a su servicio. Pedirles información equivale a perder cinco, diez o más minutos escuchando mensajes de espera, música ambiental mientras se huele el morro y la risa que sus gestores se traen con esta situación. A más espera, más recaudan. Piratas sin moral que no saben darte una respuesta satisfactoria en la mayor parte de los casos. Embaucadores profesionales que te venden humo a precio de oro y que lo hacen porque no tienes otro remedio o alternativa. Trileros que a todas horas te restriegan por los medios masivos de propaganda que son maravillosos y que tu vida está en sus imprescindibles manos. Gentuza que te roba en relación al deficiente servicio que te prestan y a la que -encima- debes de estarles agradecido. En una sociedad en que el pirateo popular alcanza cotas de Guinnes, no está mal recordar el de esta tropa, que ese sí que es de Champion. Claro que no sé quienes son más piratas impresentables: si estas compañías o los gobiernos que toleran sus prácticas torticeras. (Publicado el 30/10/2003 en "Bitácora de paridas: Una de piratas").

11 marzo 2013

0 LAMENTO POR EL CULTO A LOS LÍDERES

Confieso que no logro entender juiciosamente escenas como las que estos días se han vivido con la muerte de Hugo Chavez. El culto al líder, esté vivo o muerto, siempre me ha parecido una forma más de alienación de aquellos que en vez de vivir como ciudadanos prefieren hacerlo como súbditos, como peleles. La servidumbre voluntaria me espanta contemplada desde la razón, el sentido común, el juicio crítico y la libertad personal.

Entiendo que una persona, miles de personas, ante el uso de la fuerza y de la barbarie de que puedan ser objeto, muestren fervor público a un líder político, a un gurú económico, a un gobierno autoritario. Pero, de puertas adentro, la lógica dicta que esa gente deteste y hasta odie a quien (o quienes) les reprime y tortura.

No entiendo, en cambio, el profundo dolor público que manifiesta tanta gente, tanta masa de personas ante la muerte de un caudillo (llámese Franco, Pinochet, Mao o Chávez), como si el fallecido fuese de su propia familia, de su misma sangre.

Los grandes fenómenos de masas me dan miedo. El culto a un líder, aunque sea un vulgar  famosete de opereta, cine o futbolín, me da grima. La pérdida del culo y de la sensatez ante cualquier cantamañanas que se pone ante un micro, lanza un discurso y verborrea bellas palabras engañabobos me causa incredulidad y desazón. Cierto es que creo bastante poco en el bichejo humano.

Más  que los gobernantes que se creen ungidos por dios, la patria o el pueblo, me ruboriza hasta los tuétanos esa masa de palmeros, de pelotas, de seguidores aborregados o de mamporreros del poder que les ríen las gracias o les lloran en las desgracias. Esos son más peligrosos que los líderes a los que aclaman. Una plebe amaestrada y pesebrera sin la que los dictadores, los gobernantes dicharacheros, los ungidos, ciertos famosos, etc no serían nadie o serían, simplemente, “seres humanos”. Con el calor y las palmas que reciben de manera tan servil, uno entiende que el ego y la autoestima se les suba a la cabeza y  que empiecen a considerarse imprescindibles. Lo dijo el clásico: teme a los que rodean, aclaman y defienden al César porque esos, y no el César, acabarán apuñalándote.

No aprendemos. Ahora ha sido en Venezuela, con un espectáculo llorón rozando lo patético. Antes lo fue con el papa de Roma. Y así va desfilando mucho personal, como si su vida estuviese en las manos del caudillo, del papa, del presidente del gobierno, del jefe o del goleador del equipo de sus amores.  No hay nada más peligroso que este culto tan inculto y esta adoración tan poco adorable. La sinrazón acaba engendrando monstruos y de ellos está la historia llena.

ENLACE: Lea nuestra "cariñosa" sátira a Hugo Chávez publicada en "Paridas Grillescas" el 8 de febrero de 2010 y titulada: ¡EXPRÓPIESE!

07 marzo 2013

0 HOMENAJE A LOS CICLISTAS

Pareciera que desde que se inventó el ciclismo todos los que se suben profesionalmente sobre las dos ruedas se han dopado hasta ponerse ciegos. Desde Coppi a Armstrong pasando por Merck y, porqué no, el mismísimo Indurain. Qué fácil es eludir responsabilidades dejando que sean los deportistas los que se coman exclusivamente el marrón. Ya se lo comen teniendo que correr vueltas ciclistas y etapas inhumanas, a las que sólo se puede vencer recurriendo a ayudas extra poco recomendables, pero o pasas por el aro o te vas a casita a plantar champiñones.

Mi homenaje a esos ciclistas que se han jugado la vida en la carretera, doblemente: una por ir encima de una bici echando leches para arriba y para abajo y, la otra, por hacerlo en muchos casos "dopados" (a veces el dopping consiste simplemente en tomarte una medicina que se receta hasta a los niños). O te dopabas o no comías, mientras que tus directores, médicos, patrocinadores y los organizadores de las carreras iban tan tranquilos en su cochecito, fumándose un puro a la salud de los ciclistas y del espectáculo, a menudo dantesco, al que los sometían. Y, de paso, las Federaciones de Ciclismo tocando el violón a precio de oro y, no digamos, las agencias antidopaje, quienes no serían nada si no lo hubiera y, por eso mismo, no les interesa que se acabe haciendo que se tomen medidas serias para que las carreras se humanicen.

En estos tiempos en que se está celebrando un juicio sobre este tinglado, la Operación Puerto, donde al final sólo pagarán los de siempre, los ciclistas, retomo aquí un texto escrito en "Por el Arco del Triunfo", el 16 de septiembre de 2008, como homenaje a los únicos que se juegan la vida (y a cuya costa otros comen) y, encima, los putean por tierra, mar y aire.

SUBIENDO EL ANGLIRU
(Cualquier parecido con la realidad pudiera ser mera coincidencia imaginativa. O no...)

“…Después de chuparnos casi 200 kilómetros, ahora llega el Angliru éste de las narices. Once kilómetros de cuesta que te cagas. Parece que las carreras las hagan para jodernos vivos a los ciclistas. Echaré un trago de agua, que no veas la que me espera… Empieza el maldito infierno y ya va al 7 %. Ellos como van tan tranquilitos ahí montados en su coche… Ojalá se les parase en mitad de la cuesta y empezara a irse para abajo. Lo que me iba a reír…

… Esto es pasarse. No hay derecho a que nos hagan esta putada a la mayoría, que no somos ni Contador ni Sastre ni esos primeros espadas. Nosotros somos gente normal, yo un rodador que me juego la vida en el llano y en la meta, pero que aquí no puedo andar porque peso demasiado. ¡Que le pongan el Angliru sólo a los jefes de fila y a nosotros que nos dejen en paz! ¿Qué necesidad hay de esta salvajada de puerto?

…Voy echando los higadillos y todavía no llevo ni seis kilómetros de subida. Seguro que el Contador ya habrá llegao a la meta. Y mira estos tíos, ahí delante de la carretera, que no nos dejan ni verla. Si parece que todos estén mamados… ¡Venga, que tú puedes, cobarde! –me ha dicho uno. No me he bajao de la bicicleta para darle dos tortas porque encima me la cargo yo. Su padre y su santa madre… Lo que tienen que hacer, af, uf, es dejarnos tranquilos, despejar el terreno para que el oxígeno nos llegue mejor y callarse, que ya no sólo me duelen las piernas y el alma si no también los oídos de escuchar tantas idioteces. ¡Y dejarme el culo quieto, con tanta palmadita ni leches! Me echaré otro traguito de agua con vitaminas, antes de que reviente. Glu, glu, glu…

…¡La madre que los parió! Ya voy por la zona de Llagos y es que no aguanto más y eso que voy a paso trotón. Luego, cuando suba arriba, si llego, encima me querrán pinchar los sádicos éstos para ver si voy limpio. ¿Limpio? Como pongan en duda mi honor y limpieza me los como vivos… Si llevo cuatro días con moquillo, uf, af, y sólo puedo curarlo con pañuelillos de papel... Lo que tendría que hacer, si tuviese agallas y otro empleo, es bajarme de la bicicleta, llamar a los pringaos esos de la tele y que me enfocasen viendo cómo la tiro por el barranco. No hay derecho a que nos hagan pasar este infierno a la gran mayoría y, encima, mañana otra montañita para acabar de rematarnos. Estos dirigentes hipócritas que nos exigen esfuerzos sobrehumanos para sacar pecho ellos. Si aquí la gente más honrada somos la mayoría de los que vamos montados sobre estas dos ruedas. ¡Serán mamones! Uf, af, of, ya no aguanto más, voy a tirar la toalla antes que eche la pota. Eh, tú, no me des la palmadita en el culo, a ver si encima me vas a tirar… ¿Sabrán algo de ciclismo estos capullos?

…Me bajo, sí, me bajo y me voy pal pueblo. No quiero saber más de ciclismo putero… Pero…, Angelillo, no seas malaje, aguanta… que ya sólo queda un kilómetro, total, ná de ná, sólo un kilómetrillo con rampas del 20 %... Yo querría, pero es el olor a embrague quemado de los coches que se me está metiendo en el cerebro… Si es que al final parecía que me iba a librar de vomitar y voy a echar todos los macarrones que me tomé esta madrugada… No hay derecho que nos hagan esta putada, no hay derecho... Y mal pagada, encima, que los jefes cobran mucho pero los gregarios vamos que nos matamos. De verdad que si llego… (¡quitaros de en medio, mamones, que ya no veo ni la carretera…!), si llego voy a decir cuatro palabritas a los que juegan de esta manera con nuestra salud… Claro que… qué voy a adelantar con eso, que me pongan una multa, que me echen, salir en los papeles, que me llamen cobarde, que no pueda regresar al pueblo… y a ver qué hago con mis dos churumbeles y la Rosa, me los como con patatas, ¿no? A ver si ahorramos algo y compro un huertecillo… , pero es que no hay derecho a que nos hagan esta putada... El Angliru deberíais de metéroslo donde os quepa, mamonazos… Uf, af, allí se ve la meta, por fin se acaba la pesadilla, ánimo hombre, que ya estás cerca, uy, no veo bien la carretera, y ya no veo a mucha gente, ¿qué me pasa?, noto algo raro aquí adentro… Oh, ¡dios mío…! “

(¡Tarí, tarí, tarí…! ¡Paso a la ambulancia! ¡A ver, apartarse, que haya aire para el ciclista…!)

-¿Qué le ha pasado?
-Irá dopado hasta las orejas y ya ves, la ha palmado…

(Una voz desde las alturas, bastante cabreada).

-¡¡¡ HIJO DE PU... !!!


05 marzo 2013

0 CUALQUIER TIEMPO PASADO FUE EL MISMO

Cualquier tiempo pasado no es que haya sido mejor o peor que el de ahora, es que ha sido el mismo. Eso es lo que suele pasar por culpa de la mala memoria de que está dotado el bichejo humano, el cual no se acuerda mucho de lo que vivió. No es que la memoria del presente endulce el pasado, es que creemos vivir por primera vez lo que ya han vivido antes muchos como nosotros, y a veces, nosotros mismos. 

Hoy traemos en nuestro "humor en sepia" varias viñetas de las revistas "Por Favor" (diciembre de 1977)  y El Papus (mayo de 1979). Una breve reflexión sobre las autonomías, un eslogan electoral que hoy haría furor, el uso del fútbol como anestesiante de las masas y la escasa diferencia entre gobierno y oposición, salvando las cuestiones formales que unos y otros se encargan siempre de destacar para intentar seguir o conseguir de nuevo el poder.  Viñetas que podrían hoy publicarse en la prensa de más actualidad. Bastaría sólo quitarles esa pátina de tiempo que les da el color sepia. Sí, más a menudo de lo que nos acordamos, cualquier tiempo pasado fue el mismo que ahora.


MEJORANDO LO PRESENTE

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