Siempre he dicho que una gran parte de la clase empresarial española es manifiestamente mejorable. Acostumbrada a la mamandurria de las subvenciones, las ayudas y a las prebendas, es incapaz de emprender un negociejo salvo que vea garantizadas las ganancias en un mil por mil. Luego se junta con la casta sindical y política -a la que afloja manteca para tenerlas contentas- y forma un trío la, la, la de lo más indigesto e insalubre. Y así nos luce el pelo: la tasa de desempleo más alta, y con diferencia, de toda Europa y gran parte del extranjero.
0 comentarios:
Publicar un comentario