30 abril 2013

1 UN BANQUERO MUY POCO HONORABLE


Qué pena, penita, pena, ay, qué dolor... Alfredo Sáenz, vicepresidente y consejero delegado del Banco Santander, ya no ejerce como banquero. Un banquero condenado en firme por el Tribunal Supremo allá por marzo de 2011 por un delito de acusación falsa. El señorito había presentado 17 años antes, y a sabiendas, una falsa querella por estafa contra unos empresarios, reclamándoles 600 millones de pesetas. Estos fueron encarcelados y condenados por un juez llamado Estevill, el cual poco después sería condenado por prevaricación ya que –el muy chorizo, junto con los otros chorizos, el banquero Sáenz y unos amiguetes- tenían conocimiento de que los hechos imputados a los empresarios no eran ciertos. La condena a Sáenz llevaba aparejada la pérdida de la “honorabilidad” exigida por el Banco de España para ejercer de banquero. Una tontería mas de las muchas que abundan en el mundo de las altas finanzas porque cualquier mindundi e iletrado sabe que es incompatible ser banquero y ser “honorable”. Sobre todo si lo eres de un banco muy importante. 

Mas como el señorito Sáenz tenía buenos amigos (tan poco honorables como él), un buen día fue indultado por el gobierno zapateril (no, nadie del Psoe ha pedido perdón por aquella desdichada decisión) cambiándole la pena por una multilla en forma de limosna: 6.000 euros para un tío que ha ganado y gana el dinero a espuertas. Así que ya tenía el campo libre para seguir amasando pasta gansa en su honorable profesión. Ahora se ha visto obligado a presentar la dimisión pues en febrero de este año, en otra nueva carambola churrigueresca a la que tan acostumbrados nos tiene la ciega justicia que padecemos, el Tribunal Supremo había anulado los efectos administrativos del indulto de Zapatero, ese hijo del viento huracanado al que ningún juez ha tenido bemoles a meterle el dedo en el ojo. Por ejemplo, por el famoso indulto a Sáenz. 

La historia del camarada, como se ve, es tan ejemplar y larga como ejemplar y larga es la mano que mece la cuna bancaria. El señor Botín, presidente del Santander, siempre ha mantenido a su número 2 frente a los vientos y las mareas que le exigían seriedad, decencia y un poquito de vergüenza torera. Algo que un banco –ni un banquero- podrá ofrecer por muchos rezos que le haga a Nuestra Señora de los Dólares. 

Sáenz se va antes de que el Banco de España lo eche (suponiendo que a los rectores políticos de este Banco, otro que tal, les entre un ataque de cordura y decencia), pero no se va con las manos vacías. No sólo ha cobrado lo que usted y yo no ganaremos en un milenio (pese a que nosotros salvamos vidas y cerebros, algo mucho más importante que el vil metal), sino que también se lleva una bonita pensión cercana a los 88 milloncejos de eurillos: el señorito, hasta que se muera, podrá comer todos los días caviar, jamón ibérico y gambas y todavía le sobrará el 99,9 % del sueldo. Ha trabajado tanto este buen hombre, ha servido tan excelentemente a sus amos, ha salvado de la miseria a tanta gente que, sniff, qué menos que cuando se va a su casa, lo haga con un premio tan bien merecido. Y es que el Banco Santander, durante los años de gestión de Sáenz, ha crecido que es una barbaridad. Claro, claro… a saber a qué precio y cómo, si de manera honorable o filibustera, pero eso a los economistas, políticos y banqueros de alta alcurnia qué diantres les importa. En el todo vale, lo único importante son los resultados, no los medios con que se logran.

Por cierto, este Sáenz es el mismo “honorable” que en 2004 dijo: “El Estado del bienestar hay que desmontarlo y no tenemos demasiado tiempo para hacerlo”. Ya entonces lo calificábamos algunos de delincuente, aunque presunto por si las moscas. Desde 2011 y, gracias al Tribunal Supremo, vimos que nuestras presunciones eran ciertas. De “su” suculento y estratosférico “estado del bienestar” personal, el señorito Sáenz no ha dicho ni dirá una palabra en contra. ¡Menudo pájaro!

26 abril 2013

1 FRONTERAS INTERNAS DERROCHONAS


“Soy de Guadalajara, una provincia que comparte tres comarcas con Madrid. Nuestra capital es, a la vez, la más cercana a la villa y corte, de la cual tan sólo la separan 55 kms. Cuando se crearon las comunidades autónomas y Madrid quedó desgajada de la histórica Castilla la Nueva, a nosotros, sus más próximos vecinos, nos prometieron los políticos de entonces que la sensatez prevalecería y que la nueva frontera autonómica no supondría ningún perjuicio de nuevo cuño. Treinta años después –y con gobiernos regionales de los dos partidos mayoritarios- muchos pacientes de Guadalajara son enviados a hospitales de Albacete (a 309 kms de la capital alcarreña y 449 de Molina de Aragón) y de Ciudad Real (a 261 y 401 respectivamente). A los hospitales de Madrid ya no, pues se trata de otra autonomía. Señores políticos: que vuelva la sensatez perdida… o el Insalud.” (Carta publicada en XLSemanal 31.3.13).

He aquí un ejemplo más que palpable del cretinismo y estupidez de este Estadito de las Autonomías, vulgo Reinos de Taifas, donde se dilapida, derrocha y tira el dinero a la basura en asuntos tan de sentido común como el que se indica en la carta. Ahora multipliquemos el caso por 17 comunidades y ampliémoslo a otros ámbitos, no sólo el sanitario. El dineral que se va por las cloacas es tan descomunal (incluyendo el que se llevan los miles y miles de “gestores” de semejante Estado majaderil) que la primera urgencia de este país insensato debería ser ésta: o racionalizamos el Estado o acabaremos ahogados por nuestros propios vómitos autonómicos, diputativos y cortijeriles.

23 abril 2013

1 LA ESCRACHADORA CONSEJERA DE LA JUNTA


Elena Cortés es una consejera de la Junta de Andalucía a la que le tocó la lotería en las últimas elecciones autonómicas. Hasta ahora sólo ha trabajado en la política gracias a sus buenas migas en IU: concejala de educación del Ayuntamiento de Córdoba (qué sabrá de educación…) amén de otros pluriempleos en la Diputación y el partido. Aunque el suyo quedó en tercer lugar en aquellas elecciones, un sistema electoral abyecto le está permitiendo gobernar a los andalucitos desde Fomento y Vivienda (de lo que tampoco tiene ni idea…).

Dogmática y sectaria, montó un pequeño pollo con la semana santa de su tierra porque a la doña no le gusta y, claro, tenía que hacerlo notar públicamente. (Lea esta información si quiere conocer mejor a la personaja). En el asunto del metro de Málaga se está cubriendo de gloria: quiere cambiar todo lo proyectado y que los tranvías salgan a la superficie justo cuando les toca pasar por el centro de la ciudad. En lo de la vivienda qué va a hacer la pobre excepto darle a la lengua y largar contra los demás cuando podría hacer una magnífica política de alquiler o promover viviendas VPO, como las que se hacían hace 30 años, gracias a las cuales muchos tenemos un cuchitril decente donde pasar las horas cuando no nos explotan en el trabajo o en la calle. Falta de buenas obras, la doña se dedica a la propaganda, como esas presuntas expropiaciones de viviendas a los bancos cuando el bipartito gobernante debe la intemerata de pasta gansa a esos mismos bancos, con los cuales siempre ha hecho magníficas migas.

Su penúltima parida: “Si no fuera Consejera de la Junta participaría en los escraches”. Pues lo tienes muy fácil, alma mía: deja la Consejería y te dedicas a ellos. Claro que entonces se te acabaría el momio del poder (ejerciéndolo se vive muy bien y hasta se sale en la tele) y del buen parné (véase el número abundante de segundas y terceras viviendas que tiene nuestra casta política). Como el abandono de la mamandurria politiquera es tan imposible como que doña Elena se reconvierta a la democracia, yo propondría a sus damnificados que se dediquen a hacerle escraches, ya que tanto le gustan. Por ejemplo, cuando venga por Málaga a defender el Metro de la señorita Pepis: el único del mundo que quizás vaya subterráneo por la periferia y en superficie por el centro. Si es que es una lumbrera la consejera Cortés... 

19 abril 2013

1 HABEMUS GUERRA ESCOLAR


Ante el desastre de la ley de educación actual el gobierno pepero pretende colarnos otra nueva ley más linda y guay pues considera que los educandos salen de las aulas sin dominar el inglés, sabiendo pocas matemáticas (y nada de economía), de humanidades no tienen ni pajolera idea y de formación profesional... ¿eso qué es?

El diagnóstico es fácil pues la barbarie educativa es de la que hacen época y si no, basta darse un garbeo por cualquier aula de instituto o universidad. Quizás, seamos razonables, no lo estemos haciendo tan mal pues en la Europa de los mercaderes a los españolitos nos quieren mayormente para camareros, dependientes y gente dedicada a los servicios, especialmente turísticos y, los que destaquen, que emigren hacia donde está el currelo de postín: Alemania, Inglaterra, Francia... El intento del cachondo ministro Wert de darle una vuelta de tuerca a la escuela a ver si al menos conseguimos que los nenes aprendan la lista de los reyes godos y quien fue Viriato, está siendo respondido por los satisfechos defensores de la ley actual con el ardor guerrero que caracteriza a la izquierda de chichi y nabo. Por ejemplo, a través del Foro de Sevilla, que pretende "una política alternativa de progreso y pedir a los ciudadanos que inicien una campaña de objeción contra la Lomce".

Enrique Javier Díez, profesor de la Universidad de León, coordinador del área de educación de IU y miembro de dicho Foro, lo tiene claro: "Tendremos que rodear el Congreso hasta que echen al ministro Wert. Hay que conseguir que la ley no se lleve a trámite parlamentario, que si se lleva no se apruebe, y si se aprueba, que no se pueda aplicar”. Demócrata que es el tipo. Yo primero echaba al camarada de la Universidad (si quieres guerra, vete al ejército) y, luego, al ministro. Dos por el precio de uno. La guerra político-escolar (de los mamarrachos de uno y otro extremo) no ha hecho más que empezar.

15 abril 2013

0 ARMADOS HASTA LOS DIENTES


La idioticracia no para. Ahí está el caso de Nelson, un poblacho de Estados Unidos, que se ha hecho famosín en el mundo mundial porque los cinco miembros de su concejo votaron por unanimidad una ordenanza muy clara: "cada cabeza de familia está obligado a tener un arma de fuego, junto con la munición correspondiente". Y se quedaron tan panchos los muy mastuerzos al grito de que su objetivo es "prever la gestión de emergencias" y "proteger la seguridad y el bienestar de la localidad y sus habitantes" (de la tribu, diría yo).

Como los tipos son unos demócratas han considerado la posibilidad de que haya gente que no pueda comprar o tener armas: "las personas pobres, las que sufren alguna discapacidad física o mental, las declaradas culpables de un delito grave y las que se oponen a las armas de fuego por creencias religiosas quedan exentas". Y como democracia y propaganda es lo mismo, en Nelson usarán técnicas de persuasión al uso: descuentos en tiendas de helados, pizzerías, etc si se muestra el arma a la dependienta o se le enseña el permiso para llevarla escondida. Y como Yanquilandia no es la UE (y ni siquiera Spain), la compra del armamento deberá hacerse a cargo del patrimonio propio de cada cual, es decir, que no habrá subvenciones, ayudas, becas, fondos y otras artimañas sofisticadas de ayuda al prójimo, tal como estamos acostumbrados por estos lares, en que el dinero público se dedica a apadrinar cualquier necedad.

Los americanos amantes de las armas (¿extrañará que la mayoría de sus películas sean pura propaganda de éstas?), cuando nacen, traen una pistola o un rifle debajo del brazo. En España los niños antes traía un pan. Ahora, ni eso, nacen mordiéndose los nudillos de hambre. Francamente, no sé qué es peor.

12 abril 2013

0 MEDIA NARANJA O MANDARINAS ES LA CUESTIÓN


Mientras encuentro a mi media naranja, voy comiendo mandarinas.

La danza es la expresión vertical de un deseo horizontal.

Nuestra vida está hecha más por los libros que leemos que por la gente que conocemos.

¿Ha pensado alguna vez que la gallina es sólo el medio de que se vale un huevo para producir otro huevo?

El hombre es una breve aventura química sin sentido.

Se necesitan más de 40 animales para obtener un abrigo de piel, pero sólo para uno llevarlo puesto.

El ordenador es la evolución lógica del hombre: inteligencia sin moral.

08 abril 2013

1 LOS CHORIZOS VAN POR BARRIOS


Cualquier persona objetiva, imparcial e independiente podría pensar que un chorizo, un ladrón o un corrupto, lo es independientemente de a qué partido político pertenezca, a qué empresa, qué ideología tenga, etc. Pero, no. La objetividad es hoy día algo más difícil de encontrar que la piedra filosofal.

La razón siempre nos asiste y la maldad es patrimonio de los demás. Para el diario El País lo de los ERES es un asuntejo inane pero para el ABC es lo más. Y si para éste lo de la infanta Cristina es un error judicial, para aquel lo de Urdangarín es cosa indiscutible. Los partidos políticos siempre claman contra los corruptos ajenos pero nunca contra los propios. Muchos parlamentarios se llenan la boca con que “todos somos iguales ante la ley” pero ellos no pueden ser juzgados por cualquier juez. Economistas y banqueros pregonan austeridad y recortes para salir de la crisis pero se forraron con las vacas gordas y se forran con las flacas: la austeridad jamás se la aplican a sí mismos. Los politiquillos que tienen una noción de la democracia muy peculiar (incluyo a numerosos izquierdistas de salón y derechistas de W.C.) no tienen empacho en exigir a los demás un pedigrí democrático que ellos no poseen ni en pintura. Y así todo. Es decir, hipocresía y cinismo puro y duro, sea en lo económico, político, ideológico o deportivesco: los árbitros la tienen tomada con nosotros mientras que al equipucho rival siempre le benefician.

El choriceo se ve que depende del barrio en que se produce y del barrio desde el que se juzga. Más relativismo no se puede pedir. Por eso los pocos que andamos peleándonos contra la parcialidad de las barriadas más conocidas y poderosas, lo tenemos claro: un chorizo es un chorizo, aquí y en Sebastopol.

04 abril 2013

0 LOS QUE IMPARTEN CLASE

Don F. Javier Merchán Iglesias, catedrático de Enseñanza Secundaria y profesor de Universidad, acaba de publicar un artículo periodístico en el "Diario Málaga Hoy" (22/03/2013) de incalcuble valor para los profesores de a pie, los que se llenan las manos de tiza, los que ven las caras de la chavalería, los que "dan clase". Un artículo que pone los puntos sobre las íes, que es valiente (y certero) porque coloca a cada cual en el sitio que le corresponde y, como no podía ser de otra manera, a los profesores currantes les toca estar en el lugar más importante del sistema, por encima de políticos, pedagogos, asesores, gerentes y otras hierbas.Los primeros, junto con sus alumnos.

TANTO los trabajos de investigación educativa como la propia experiencia de los estudiantes avalan firmemente la conclusión de que lo más relevante en el aprendizaje escolar es lo que ocurre dentro del aula, lo que allí hacen alumnos y profesores. Y, como ha documentado Agustín Escolano, lo que hacen los profesores en el aula tiene muy poco que ver con la gestión de los centros, ni con las burocráticas programaciones, ni con las prescripciones que emanan de la inspección o de la administración educativa. Es un tipo de trabajo denominado "cara a cara", en el que lo fundamental es el buen hacer del docente.

Sin desdeñar la importancia de la reflexión teórica, la práctica de la enseñanza es una tarea en la que, con medios más bien pobres, constantemente se han de resolver problemas prácticos y, al mismo tiempo, facilitar la adquisición de conocimiento. Para ese cometido, las instrucciones que provienen de fuera del ámbito del aula, si bien no son del todo inútiles, apenas sirven a la hora de configurar el desarrollo de la clase, pues, formuladas a distancia, difícilmente se hacen cargo de las contingencias de cada momento.

Viene a cuento esta reflexión porque, a fuerza de alabar el papel de directores, inspectores, asesores y administradores de todo tipo, es posible que olvidemos que en la mejora de la educación lo fundamental es lo que hacen los profesores en el aula; sin restar mérito a nadie, todo lo demás tiene una influencia limitada en los resultados escolares (en Finlandia, por ejemplo -¡la famosa Finlandia!- no existen inspectores de educación y parece que no les va mal). Hace tiempo que el huracán del gerencialismo se va instalando en el campo de la educación. Su postulado es que lo importante es la dirección de los procesos y no tanto el trabajo directo, pues, a fin de cuentas, el operario se limita a aplicar el diseño de los administradores. Es posible que esto sirva para una fábrica de automóviles, pero no para el mundo de la educación. La idea de trasladar, sin más, modelos de gestión de un campo a otro, sin tener en cuenta sus peculiaridades, suele terminar fracasando.


Lo cierto es que, por acción o por omisión, asistimos a una devaluación del trabajo que constituye la seña de identidad de la profesión docente: dar clase en el aula. De alguna manera, la historia de la educación es una continua expropiación del saber y del estatus de quienes, en condiciones a veces difíciles, pasan las horas en contacto directo con los alumnos procurando enriquecer sus conocimientos. Desde hace ya tiempo ha venido creciendo el número de los que se atribuyen el saber de la enseñanza y dicen a los profesores lo que tienen que hacer. Administradores, pedagogos, asesores, inspectores y supuestos expertos de todo tipo, generalmente distantes de la vida en las aulas, atribulan a los docentes con innumerables prescripciones acerca de cómo deben enseñar y, como viene ocurriendo más recientemente, acerca de qué porcentaje de alumnos deben aprobar. Todo ello, ignorando, cuando no descalificando gratuitamente, el saber de los docentes de aula y su práctica profesional.

Por otra parte, resulta que en el mundo de la enseñanza el estatus profesional se mide en relación directamente proporcional a la distancia que se mantiene del aula: mientras más lejos estés, más importante eres. La administración tiende a apartar de las aulas a quienes ocupan puestos de mayor relevancia, de manera que, con razón, los que permanecen en ellas sienten ocupar los puestos inferiores del escalafón. No se trata de no reconocer que, en la medida en que el docente se ocupe de otras tareas, se reduzca su carga lectiva; pero ello no tiene por qué implicar, como sucede en la práctica, una infravaloración del trabajo directo con los alumnos. Puesto que, como se ha dicho, uno de los factores más importante para el éxito escolar es el encuentro diario de profesores y alumnos en el aula, es más que conveniente que la voz -aunque a veces sea crítica- y el estatus de quienes desempeñan ese trabajo tenga mucho más peso en la educación. Está bien dar importancia a lo que hacen otros, pero elogiemos ahora a los que diariamente imparten clase en las aulas de nuestros centros escolares, y pongamos en valor su trabajo, no sólo de manera retórica, sino depositando en ellos más confianza y relajando sobre ellos la política de mucha vigilancia.
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01 abril 2013

1 SUSPIROS DE ESPAÑA: RAMÓN

En mi modesto parecer, uno de los dibujantes gráficos más inteligentes de este país es "Ramón". Alguien dijo que "el humor es el lenguaje que emplean las personas inteligentes para entenderse con sus iguales". Creo que no le faltaba razón. En nuestro "Humor en sepia" de hoy hemos retrocedido en el tiempo para buscar al "Ramón" de hace 34 años, cuando dibujaba -entre otros medios- en la revista satírica y neurasténica "El Papus". Muchos de sus colaboradores no aguantarían hoy el paso del tiempo. No es el caso de "Ramón", del que traemos unos cuantos ejemplos para dar fe de ello. (La sección en la que colaboraba en la revista papusera se llamaba "Suspiros de España").

   
























MEJORANDO LO PRESENTE

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