29 noviembre 2012

1 LES LUTHIERS versus DANI ROVIRA

Hacer humor en un escenario no es fácil. Y hacer humor inteligente menos todavía. Será por eso que se pueden contar con los dedos de la mano aquellos autores o intérpretes que logran hacerse un hueco en este asunto durante largos años. Lo difícil, como siempre, no es llegar sino mantenerse en el éxito mucho tiempo. Quizás sea Les Luthiers, en el ámbito hispano, el ejemplo más evidente de un grupo de músicos-humoristas capaz de estar en el candelero durante 40 años manteniendo un estilo muy personal y original. Un humor fino, ilustrado, crítico y respetuoso aunque sólo asequible a mentes abiertas y formadas. He aquí una muestra:


Y como las comparaciones siempre son odiosas, sobre todo para los que salen malparados, veamos ahora un doble ejemplo de lo que habitualmente son capaces de hacer algunos conocidos monologuistas actuales, esos que salen habitualmente en algunas telecacas. Hay que reconocerles la moral de pretender hacer reír al público en directo teniendo sólo el arma de la palabra y poco más, pero si se compara su humor con el de Les Luthiers (aunque, como en todo lo artístico, sobre gustos no hay nada escrito), parece elemental, querido Watson, que salen claramente perdiendo. Claro que si pensamos que hoy día hay miles de personas que no saben quien fue Mozart o Vivaldi y sí, en cambio, el último cantamañanas de turno, tampoco debería sorprendernos que haya quien piense que Dani Rovira es un genio comparado con los “aburridísímos” Luthiers. ¡Hay gente pa tó!

23 noviembre 2012

2 EL INFAME DICTAMEN DE LA COMISIÓN DE LOS ERES

Por fin parió la gallina de la Comisión de Investigación de los ERES del Parlamento de Andalucía y parió un infame huevo en forma de dictamen que, si tuvieran vergüenza política y de la otra los componentes que han dado su visto bueno, les llevaría a largarse de la cosa pública en menos que canta un gallo. Justo antes de que la indignación popular les corriera a gorrazos. Pero, tranquis, colegas, que tenéis el cortijo atado y bien atado. No pasará nada y encima os darán una medalla por el enorme trabajo, la profunda autocrítica, la ingente investigación y el genial dictamen final, digno de figurar en los futuros libros de Historia y de Derecho. ¡Bravo, ñoras y ñores!

Pero, claro, alejar la vista del foco del problema y de los responsables del fraude de los ERES (que están en casita, son conocidos, amigos y residentes en el partido y aledaños), y encima tener la cara dura de enfocarla hacia otra gente e instituciones,  tiene el peligro de que algún aludido te la parta, a pesar de que la tienes de hormigón. Eso es lo que ha hecho don Manuel Gómez Martínez, interventor de la Junta desde el 2000 al 2010, al que la infame comisión pretende echarle un muerto de sus propios muertos. Lean su carta y verán lo que es bueno. 

Bravo, don Manuel, es usted un hombre libre (pocos van quedando) capaz de levantar la voz ante estos políticos tan impresentables que ya ni siquiera dan asco, sólo risa. Y lo ha hecho usted con una prosa perfecta, con una argumentación precisa y contundente y con la valentía que estos tipos sólo conocen en pintura. Mangonean el cortijo andaluz a su imagen y semejanza (de izquierdas se dicen los muy cínicos, como si tal concepto dependiese exclusivamente de la posición política de sus adversarios) creyéndose que el personal es tonto de capirote y que está a sus pies, fiel como un perrillo faldero. Por eso su actitud hace que a los ciudadanos decentes (que haberlos, haylos todavía) se les iluminen los ojillos de esperanza. Sí, quizás  en algún siglo de éstos la podredumbre y carcundia actual se vaya a freír espárragos. ¿No dicen que la esperanza es lo último que se pierde? Cuídese, don Manuel, porque la corrupción y los corruptos tienen las manos muy largas.  Su escrito al presidente del Parlamento andaluz habría que enmarcarlo y ponerlo justo en la entrada al mismo para vergüenza de una gran mayoría de sus actuales y antiguos miembros.   

21 noviembre 2012

1 CHUMY, NO HAY DOS SIN TRES

Aprovechábamos durante agosto para recordar algunas de las fantásticas viñetas del escritor y humorista Chumy Chúmez. En esta ocasión recurrimos nuevamente a su sabiduría e ingenio para hacer una entrada con la que quitarnos el agrio sabor de boca de la pasada huelga general convertida, como se preveía, en un simple petardeo sindical sin más objetivo logístico que sacar a pasear su propio ego.

—Puñetas, llevo descontados 170 euros por participar en las dos últimas huelgas y me parece a mí que, visto lo visto, o sea, nada de nada, en la próxima va a ir su padre.

Ante el cabreo de mi amigo decidí rebuscar algunas viñetas que aún guardo de Chumy, más actuales hoy que los rancios discursos de los sindicatos, para sonsacarle una sonrisa y mantenerle alta la moral.


—No sabemos leer... —Yo sí, pero sólo tonterías.
—Queda detenido en nombre de la ley que usted prefiera.
—Yo soy yo y la circunstancia de todos.
—Estamos parados. —¡Inmovilistas!
—Yo se lo debo todo al pueblo. —¡Pues devuélveselo!


16 noviembre 2012

1 MATONISMO SINDICAL


Llevamos la tira de años asistiendo impertérritos a que en cada huelga general los sindicatos convocantes coaccionen a determinados ciudadanos que por causas tan legítimas como las sindicales deciden no holgar. Para lograr sus objetivos despliegan a una reata de fieles ultras con el encargo de impedir por las buenas o por las malas que descargue un camión, se abra un pequeño comercio o salga de las cocheras un autobús que necesitarán cientos de personas para ir a ganarse 30 euros con los que poder comer una semana o, simplemente, para visitar a la abuelita que se está muriendo. A ellos qué coño les importan los miles y miles de casuísticas personales de estos sarnosos currantes y desgraciaos que todavía no se han enterado que la huelga general programada por sus líderes Cándido e Ignacio va a solucionarles todos sus problemas. Nos dejamos la piel por su bien y así nos lo agradecen, piensan para sus adentros estos violentos disfrazados de hermanitas de la caridad ajena. Banderolas en mano y con la lengua bien afilada, reatas de piqueteros se acercan a todo bicho considerado objetivo prioritario de caza para informarle de la buena nueva. Llegan en manada (la cobardía nunca pasta en solitario) ante el indefenso desobediente y por las buenas o por las malas le obligan a cerrar el negocio, a bajarse del autobús, a esperar durante horas unos servicios públicos que están bajo mínimos. ¡Y no passsa nada! ¿Qué va a pasarles si manejan la vida pública con la misma alegría, descontrol, corrupción y trinque que sus primos hermanos, la patronal, y sus tíos políticos, los partidos?

¿Hasta cuándo seguirá el personal de a pie aguantando a estos cafres de los piquetes así como tolerando el cinismo y la impunidad con que se manejan? ¿Habrá que esperar a que en una próxima huelga general haya varios muertos, sean piqueteros o simples ciudadanos? La visión totalitaria que estos tipos tienen de la política y de la libertad ajena es tan palmaria que no se entiende bien cómo a estas alturas de la película nadie les ha parado los pies. (Quizás porque quienes tienen el poder y la responsabilidad de hacerlo también desprecian al ciudadano medio). Derrochan talento para el insulto y la coacción a falta de argumentos más poderosos como la buena educación, el poder de persuasión o el respeto al otro. ¿Es extraña, acaso, la desafección que cosechan día tras día? Al seguir con la deleznable tradición de los piquetes “informativos” demuestran no confiar en los ciudadanos ni en su capacidad de decidir libremente. Están instalados en el reaccionario “o eres de los nuestros y haces sumisamente lo que nosotros te exigimos o eres un jodido enemigo”. Totalitarios modernos tan alejados de aquella vieja guardia sindicalista criada en la honradez y el respeto al discrepante, quizás porque la lucha contra la dictadura colocaba a la libertad ciudadana como valor supremo. Perdidas las esencias, andan instalados en las cloacas de la subvención pública y en el poder institucional que una Constitución trasnochada les otorgó en otros tiempos, tal como si representaran a toda la ciudadanía y no exclusivamente a sus afiliados y simpatizantes. 

Siendo imprescindibles en el juego democrático han conseguido que cada vez más gente los desprecie y no recurra a ellos ni en los momentos de crisis laboral propia pues son poco de fiar. Basta ver el careto que se gastan don Méndez y Toxo denunciando la reforma laboral carroñera del PP mientras que al mismo tiempo la aplican al pie de la letra en su propia casa. Un día la lucha de los piquetes contra la cabezonería de quienes no están dispuestos a que otros les digan violentamente lo que tienen que hacer pondrá sobre el asfalto a varios muertos. Entonces los mismos que organizan este carajal (¿es posible una huelga sin piquetes coactivos?) se llevarán hipócritamente las manos a la cabeza como si la tragedia no fuese con ellos. Igual que hacen ahora cuando no se consideran corresponsables –ni siquiera un poquito- de la profunda crisis económica, política y social que nos traemos entre manos. El totalitarismo y la política van más cogiditos de la mano de lo que parece. No hay que buscarlo sólo en determinados regímenes o ideologías. También está agazapado en los pequeños gestos, en el desprecio al discrepante, en actitudes amorales, en considerar la cosa pública como coto privado, en tomar a la ciudadanía por imbécil. Por eso, porque no se enteran, un día en que los hados sean adversos -como en la historia reciente del Madrid Arena- habrá un intercambio de muertos y entonces muchos fariseos se caerán del guindo.

Matones sindicales en MercaMadrid informando a camioneros sobre los enormes beneficios de seguir sus consejos de amigo. También hay damiselas de boquita aseada pues la igualdad de género, al menos en el insulto, se ha logrado plenamente a estas alturas de siglo. 


Ante un piquete a las puertas de la empresa, algunos de los trabajadores de la misma se hartan y lanzan un extintor que contenía gas pimienta para dispersarlo. Uno de los congregados en el piquete sufre problemas respiratorios... 

13 noviembre 2012

0 MADRID ARENA: LA TORMENTA PERFECTA

Meta usted en el mismo saco los siguientes ingredientes: una infraestructura no válida para eventos alocados como una larga y multitudinaria noche de parranda; una afluencia borreguil de miles de jovenzuelos ávidos –en una minoría bastante mayoritaria- de llevarse a la boca todo tipo de delicatesen (alcohol, algo de droga y otras hierbas); una empresa organizadora más preparada para fabricar chorizos que para brindar diversión a los jóvenes; una empresa de seguridad bastante insegura encargada de no se sabe qué; unos políticos municipales expertos en chapuzas, amigachos y corruptelas. Mézclese todo eso a altas horas de la noche, rebásese el aforo del local-recipiente, auméntese con otros cuantos miles de jóvenes botelloneros que andaban también por allí gracias al Ayuntamiento benefactor (un joven bebedor y gregario siempre será menos peligroso que un joven indignado y con pancarta mentándote a toda tu parentela) y… hágase la luz: tres chicas muertas y dos en camino. 

Entonces, a la luz del día y de la indignación ajena, los actores de la tragedia empiezan a actuar como reza la canción: “Yo no fui”. “Entonces, ¿quién?” “Fue…” Entonces resulta que los jovenzuelos acudieron al gran evento a jugar al parchís y la oca y no a emporrarse de todo lo emporrable hasta perder el sentido común, que es el sentido más preciado en situaciones de emergencia real o ficticia. La empresa encargada del tinglado sólo pasaba por allí por culpa de un concurso disfrazado de asignación a dedo que corría a cargo del Ayuntamiento y, claro, ella no iba a renunciar a ganarse unos eurines en estos tiempos de crisis por un quítame allá esas pajas. Los seguratas que estaban por la zona eran unos mandados don nadies que sólo estaban para vigilar el perímetro del recinto, haciendo bulto subcontratado. Y los politicastros encargados de la cosa, bueno, estos simplemente es que son unos irresponsables, es decir, que ellos nunca tienen responsabilidad alguna. Ellos sólo están en el carguete para cobrar a fin de mes y llevárselo calentito. 

Al final, los encargados de explicar esta tormenta perfecta (que no se produce más veces porque Dios es bueno y misericordioso) serán los jueces. Dentro de diez o quince años sabremos a quiénes les echan el mochuelo o, quien sabe, lo mismo ni hay mochuelo. ¿Quién se va a acordar entonces de lo que pasó hace tanto tiempo? Para dentro de esa enormidad de tiempo todos calvos, claro, pero la justicia española –una vez más- habrá cumplido con su santo deber: llegar tarde y mal a todas partes. Será el colofón perfecto de un desastre político, empresarial, social y moral que se viene repitiendo en este país tan maravilloso desde hace décadas con el asentimiento expreso de la inmensa mayoría del personal (jóvenes, familias, autoridades…) y el negociete suculento y consentido de una minoría (empresas de ocio, de seguridad, de restauración, etc). Cada fin de semana, unas veces a lo grande con eventos como el Madrid Arena, otras en plan de modesto botellón en plena calle (para alegría de los vecinos, pobres parias que no entienden que la juventud tiene derecho a divertirse y que la calle es de todos, sobre todo de madrugada), la tragedia está en un tris de producirse, sólo que nunca ha llegado a tanto como en el Madrid Arena. Y es que a partir de tres o cuatro muertos la cosa ya es grave (uno a uno apenas tiene importancia) y si se producen en la capital de las Expañas, centro del mundo mundial donde están las telecacas y la prensa más influyente, entonces el altavoz mediático empieza a rasgarse las vestiduras como si la noticia fuese algo ajeno a la realidad de cada fin de semana. Luego, tras varios días de altísimos decibelios la cosa se calma porque llega el siguiente fin de semana y hay que dedicarse a glosar las gestas de los gladiadores de la mejor liga del fútbol planetario que es en lo único en que todos estamos de acuerdo. 

Burros, más que burros… 

09 noviembre 2012

1 ÉRAMOS POCOS Y AHORA LLEGA EL FMI

Llevo contemplando con honda preocupación desde hace meses que los españolitos de bien (entre los que no incluyo a políticos, banqueros, empresarios de alto copete y periodistas voceros del poder)  estamos siendo vejados no sólo por los tropecientos gobiernos y gobiernillos que pululan en las Expañas como moscas en la miel sino también por los vividores de la Unión Europea (que tiene de todo menos de Unión) y los famosos mercados financieros que no son sino los modernos dráculas y vampiros: gentes sin conciencia a la que la miseria ajena les importa una breva porque su único afán es amasar dinero sea como sea para luego no se sabe qué hacer con él. 

Ante tantos enemigos enfrente, por muy numerosas que sean las mesnadas de desharrapados y demediados, poco hay que hacer salvo que se líen la manta a la cabeza y comiencen la revolución pendiente: esa que a los desgraciados les salvará de todas las penas, según reza Sánchez Gordillo, el Corán, el Capital y las cientos de tontos útiles y de utopías que creen en los peces de colores. Quizás unas cuantas cabezas rodando por las escaleras de los edificios más emblemáticos del poder político y financiero local e internacional pudieran sembrar el pánico en éste, haciéndole huir en sus casos más sangrantes camino de la Luna, Marte u Orión. (Perdonen esta disgresión con los peces de colores pero es que uno, en el fondo, es un sentimental). 

El caso es que eran pocos los que nos pisaban y retuerzen el pescuezo todos los días y al fiestorro se ha ido añadiendo un vampiro más, aunque de colmillos extra afilados: el FMI. Una de las organizaciones terroristas de cuello blanco más dañinas que existen sobre la faz de la tierra, según atestigua su política comprobada de "tierra quemada" en numerosos países del tercer mundo tras aplicar sus consejos, órdenes y tal. Y si encima se les acepta un crédito, entonces la masacre adquiere tintes apocalípticos. 

La irrupción del FMI en la crisis española me tiene preocupado hasta límites catatónicos. ¿Qué pinta el puñetero FMI en España y en la Unión Europea? ¿Quién le está permitiendo que meta sus sucias narices en nuestros problemas para que se ahonden todavía más? Hoy ya es una noticia a voces que "el FMI aumenta la presión para que España pida el rescate". ¿Quién coño le ha dado vela a estos dráculas en nuestro entierro?

Haremos bien todos los que tenemos la cabeza encima de los hombros (no somos la mayoría absoluta, por desgracia) en ir comprando cruces, estacas y ajos a porrillo para defendernos de estos nuevos vampiros miserables que pretenden rematar la faena mortuoria que se lleva entre manos nuestra casta política y empresarial, nuestros gobiernillos, los inútiles de la Desunión Europea y los desalmados tiburones financieros. La llegada a cara descubierta del FMI era lo que nos faltaba para que -ahora sí- seamos hombres y mujeres muertos y muertas. (Seamos políticamente correctos en nuestro último suspiro, aunque sólo sea por aquello de que todos la palmaremos en igual-dá). 


05 noviembre 2012

1 24 AÑOS DE POLTRONA

Adivina el personajillo deportivesco


Su trabajo es no dar golpe.

Lleva en el carguete ni te cuento.

Ahora está muy calladito pero ha dado mucha guerra.

No sabemos si le gusta jugar al billar.

La solución, en los "Comentarios".

LA GRAN PISTA: Es el máximo responsable de la exclusión del fútbol femenino de la posibilidad de obtener licencias profesionales. No sé a qué esperan las progres feministas para "crucificarlo".

MEJORANDO LO PRESENTE

MEJORANDO LO PRESENTE
 

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