Dado que la esperanza de vida ha aumentado hay que elevar la edad de jubilación. A los 67 años, por lo menos, o a los 70. Una edad perfecta para impartir clase a 25 chaveas de cinco años; maravillosa para pasear en un andamio 8 horas seguidas; estupenda para apagar el fuego de un bloque de doce pisos; fantástica para salir corriendo detrás de un delincuente pillado in fraganti; magnífica para manejar el volante de un camión de varias toneladas. Se creen estos políticos-idiotas del alargamiento de la edad laboral que la mayoría del personal se está tocando los cataplines como ellos y que tiene profesiones tan descansadas como las suyas. A la escuela, el andamio, el incendio, la calle o el camión los llevaba una temporadita para que vieran lo que es bueno.
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