1 LEGISLADORES SIN RESPONSABILIDAD ALGUNA

Una de las cosas buenas que tiene ser parlamentario es que las leyes que tú apruebas (muchas de ellas sin leerlas) no te van a pasar factura cuando empiecen a dar sus frutos, sobre todo sin son negativos, cuando se compruebe que las hiciste con el culo o con trampa. Llegado el caso nadie asociará semejante fiasco a ti, autor o coautor de semejante bodrio. Hagamos un breve paréntesis: un juez acaba de prohibir a cinco carteristas bosnias que se acerquen a las estaciones del metro de Madrid, como si las tipas se fueran a arredrar por semejante medida cautelar, como si ellas fuesen tan idiotas como el legislador. Las doñas tienen a sus espaldas 330 antecedentes policiales en los últimos diez años, mayoritariamente por hurtos, no penalizados con una estancia gratuita en la trena. Volvamos de nuevo a la argumentación inicial. Unos legisladores hace tiempo elaboraron y aprobaron una ley en la que los hurtos salían gratis. Ni multas disuasorias ni prisión por reiteración. Con tan virginal norma tenemos desde hace años a cientos y miles de chorizos (muchos extranjeros) robando a mansalva y entrando y saliendo de los juzgados hartos de reírse y mearse en las narices de jueces, policías y ciudadanos. ¿Nadie se acuerda de que aquí hay unos responsables de semejante absurdo leguleyo? Pues no, nadie se acuerda y nadie se lo reprocha. Ni siquiera conocemos sus nombres para darnos el gustazo de ponerlos a parir por su pésimo trabajo de entonces. Pensar en un castigo mayor ya sería una quimera puesto que nadie los considera responsables de lo que escribieron, discutieron, legislaron y votaron. Como las chorizas bonias, ellos también van por la vida riéndose del resto del mundo.