0 FMI, INSTINTO ASESINO

Seguir la historia del FMI, desde que fuera fundado en 1945 bajo las premisas de “promover políticas cambiarias sostenibles a nivel internacional, facilitar el comercio internacional y reducir la pobreza” es contemplar cómo sus recetas han expoliado y masacrado a pueblos enteros, especialmente a la gente más modesta. Esta organización “intergubernamental” es como Atila, aquel caudillo de los hunos del que se dice que por donde pasaba no volvía a crecer la hierba, pero tiene una bula tan ancha que incomprensiblemente todavía no ha sido declarada “peligro público número uno”. Las últimas recomendaciones que estos sátiros con instinto asesino quieren aplicar a Portugal, a la que han dejado ya en los más estrictos huesos, es “reducir en un 20 % de funcionarios las áreas de sanidad, educación y seguridad; reducir todos los servicios públicos; copago sanitario; aumentar más las tasas universitarias; reducir entre un 3 y un 7 % los sueldos de los trabajadores; quitar todas las jubilaciones previas a los 65 años; recortar un 15 % las pensiones a partir de cierto nivel y rebaja sustancial de los sueldos de policías, profesores o médicos pues tienen sueldos excesivamente elevados”. Si tras toda esta sarta de criminales sugerencias a aplicar en un país ya devastado por este tipo de políticas miserables todavía hay alguien del FMI capaz de pasear impunemente por Portugal sin que le apaleen y despellejen, es que el clima moral y de justicia en el país vecino está en el subsuelo.