Hoy tocamos el violón con nuestro muro virtual en el que nos han dejado dos cagarrutas muy significativas de por donde circula el patio. En el primero, la frase más famosa de la humanidad: no por millones de veces repetida han conseguido hacerla realidad, pero todavía hay gente a la que le encanta garabatearla en las paredes por si cuela y consigue que algún prójimo sea tan lelo como ella. El segundo muro pretende suplantar a este juntaletras (firmando como "er Puñeta") pero ahí se nota el embuste porque entre Puñetas y Puñeta hay una soberana diferencia. Más como la gachupinada pintarrajeada podrían firmarla millones de amantes del fútbol, quienes alcanzan el orgasmo con el gol de marras, la reproduzco aquí para dar testimonio de que en estos tiempos hasta el más tonto hace relojes... y los vende.
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