0 ¿QUÉ FUE DE BIBIANA?

Pues sí, después de tanto meternos algunos con ella, la adalid de la igual-dá, aunque ella era bastante desigual, de un tiempo para acá tenemos un sentimiento de orfandad, de vacío casi existencial sin su presencia, tan fresca y juvenil, sin su piquito de oro de hojalata, sin sus muletillas de andar por casa... ¡Bibiana, te echamos de menos! Dónde va a parar el juego que a los puñeteros como este menda lerenda le ofrecía gratis total doña Aído en comparación con el muermo y la cutrez de esas ñoras del gobierno rajoniano que cuando las escuchas dan ganas de bostezar primero y, luego, de meterse uno diez metros bajo tierra. ¿Qué fue de aquellos miembros y miembras? ¿Qué fue de aquel blog bibianesco donde tanto aprendimos sobre la igualdad? ¿Qué fue de aquel tiempo pasado en que siempre estábamos esperando de nuestra musa una sonrisa y una patada al diccionario? Esos tiempos... ¡no volverán! -que diría Bécquer, sólo que refiriéndose a las golondrinas. 

Pues eso, que cual golondrina viajera, parece que Bibí anda por Nueva York llenándose la faltriquera de billetes (al menos 6.000 eurillos al mes) pero teniendo morriña del poder y del cachondeo que armaba a cada paso que daba cuando era ministra del ramo y la rama de la igualdad y el igualdod. 

Dedicarse a hacer traducciones al castellano a partir de un inglés que no se domina muy bien (eso dice el enlace anterior) no es el mejor modo de hacer digerible el millón de las antiguas pesetas que -mínimo- se mete en el talego doña Aído.  Pero, en todo caso, su participación en la ONU Mujeres seguro que no está pasando desapercibida para la mitad de la población mundial. Ni siquiera para sus fervientes admiradores que, tristes y desolados, esperamos como agua de mayo, y de junio, y de todo el año, que nuestra musa regrese de las Américas y vuelva a alegrarnos la vidilla y vidorra, esta vez, como mandan los nuevos cánones, en plan bilingüe. ¡Regresa pronto, porfa!