0 AQUELLA LEJANA HUELGA GENERAL DEL 29M DE 2012

Pasó la huelga general del 29M y llega el momento de hacer balance. Más que nada de cara a la posteridad, para cuando tengamos nietos y le contemos -si es que no nos hemos ido antes a la mierda- cómo el abuelo vivió dicho día. Unos dirán que fue un éxito clamoroso de la "clase trabajadora", aunque más de uno piense que el término necesita una definición más acorde con los nuevos tiempos. Otros que ese día fue el canto del cisne de unos sindicatos politizados, correa de transmisión de los partidos de "izquierdas" (otro término a revisar), y vividores de lo público. Cada cual contará a los nietos lo que le salga del violón. Nosotros también lo haremos, pero con otra óptica, como se presupone en gente que no lleva marcadas orejeras ideológicas y que, por tanto, ve más allá de sus narices. ¿Y qué diremos? Pues algo así:

Querido nieto o nieta: aquel 29 de marzo de 2012 pasaron cosas muy raras. Hubo mucha gente que quería ir a la huelga pero no pudo hacerlo porque su jefe, patrón o empresario le amenazó con el despido al día siguiente. También incluyo aquí a políticos de derechas que, gobernando ayuntamientos y empresas públicas, conminaron a sus funcionarios y empleados públicos a no faltar al trabajo bajo pena de despido o destierro. Gente siniestra cuyo destino natural debía haber sido la cárcel. Hubo también mucha gente que no quería hacer la huelga por diversos motivos pero los piquetes coactivos de los sindicatos se lo impidieron. También incluyo en este apartado a políticos de izquierdas que, gobernando ayuntamientos y otros comederos de patos públicos, aconsejaron la participación en la huelga a sus empleados bajo amenaza del despido o el exilio. Como ves, querido nieto, los cerdos y mafiosos tienen una sola ideología: el desprecio absoluto hacia la libertad del prójimo si ésta choca frontalmente con sus bastardos intereses personales.

Pero hubo más, nieto mío. Hubo gente que se puso de acuerdo por las buenas o las malas e hizo huelga de mentirijilla, esto es, que trabajaron horas extras días antes de la huelga, o después, para recuperar las horas no trabajadas el día 29. Así que ese día aparecieron como unos huelguistas más cuando sólo lo eran de pacotilla. Hubo gente también que quería hacer huelga pero no pudo porque les tocó ejercer de "servicios mínimos", cuando lo normal sería que les hubiese tocado a quienes no deseaban hacerla. Y hubo gente que no quería hacer huelga pero se vio impelida a ello -a la fuerza ahorcan- ya que o no funcionaron los servicios mínimos o les obligaron a volverse a casa con el arma persuasiva del grito, el zarandeo y el insulto.

En fin, que hubo miles y miles de personas que hicieron ese día justo lo contrario de lo que deseaban hacer. Todo, como verás, tremendamente democrático, como corresponde a una sociedad "libre", de ciudadanos libres de polvo y paja. A pesar de todo el personal no acabó a torta limpia (menos en Barcelona, donde los cafres superan la renta per cápita nacional) porque, te hablo del personal de a pie, claro, suele ser mucho más educado, responsable y sensato que sus líderes mafiosos y cerdícolas, sean políticos o sindicalistas, sean de izquierdas o derechas, aunque casi todos mediopensionistas o pensionistas enteros.

Lo que ocurrió luego, días, semanas y años más tarde, ya lo sabes. Los españoles de aquellos años las pasaron putas para levantar cabeza, con un empobrecimiento generalizado mientras los banqueros, empresarios, políticos y sindicalistas más prestigiosos se llenaban los bolsillos a manos llenas con el chocolate del loro, es decir, del pueblo, al que se lo robaban y sisaban a cambio de golpetazos constitucionales. Porque todo esto que te he contado, querido nieto, estaba amparado por una Constitución a la que todos recurrían pero en la que todos se meaban. Y así nos luce ahora el pelo, hijo, que yo vivo de la caridad pública y tú tienes menos porvenir que una gallina en una manada de zorros.

Bueno, otro día te cuento qué fue de aquel monstruo de las galletas llamado UE y que también chupó la sangre -esta vez de los ciudadanos europeos- todo lo que pudo hasta que el río se secó. Ah, y la ley que dio origen a todo aquel pequeño lío del 29M no sirvió para nada, como no habían servido las anteriores y no sirvieron las que luego vinieron.

PD (30/03/2012): ALGUIEN QUE VA EN NUESTRA LÍNEA