Muchos “antipatriotas” nos negamos rotundamente a que los juegos olímpicos del 2020 se celebren en España y estamos empleando todas nuestras paupérrimas influencias para que los carotas mandamases del COI se nieguen a votar dicha candidatura, tal como hicieron con las del 2012 y 2016.
Ni un puñetero euro para semejante espectáculo que sólo llena los bolsillos de los tropecientos comités olímpicos del mundo mundial y de los políticos, negociantes y corruptos que giran alrededor. Ni un maldito euro para un tinglado que vacía los bolsillos de los ciudadanos (aún más), tal como viene siendo habitual en las últimas ediciones. Que se los coman con patatas, ellos, los que engordan a nuestra costa.
La investigación judicial sobre los negociejos de Urdangarín sigue ampliándose y ya ha desembocado en algo conocido por previsible: el tipo también cobró por mediar en la candidatura olímpica de Madrid 2016. Por hacer de lobby o lobo, que viene a ser lo mismo. Dinero público pasando de mano en mano, de golfo en golfo, sin que ni a Gallardón, alcalde por entonces, ni a los miembros del COI se les corriera el rímel de las pestañas de la ética.
Tras las frases grandilocuentes (todos con los juegos, nos los merecemos, es un medio publicitario impresionante, hacen un país más próspero, etc) sólo se esconden las ganas de figurar de nuestros politicastros, unos gastos impresionantes (sólo la campaña publicitaria de la candidatura fallida del 2016 costó la friolera de 600 millones de euracos) y el dar de desayunar, almorzar, merendar y cenar a unos zánganos, los del COI. Por mí y otros muchos “antipatriotas”, que se mueran de hambre.
PD: ¿Dónde hay que firmar para que le den los Juegos a Tokio?
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