28 febrero 2013

1 ENTREVISTA BESUGUERA A MARIO JIMÉNEZ

Mario Jiménez es el vicesecretario general del Psoe de Andalucía, digamos que el número dos del partido. Número arriba o abajo hoy lo traemos a nuestra entrevista besuguera al celebrarse el día de Andalucía y ser don Don Mario el andaluz más cualificado para explicarnos qué es el “espíritu del 28-F”. Teníamos en cartera entrevistar a su jefe, Pepe Griñán, pero éste ha delegado en don Mario. Don Pepe es muy selecto escogiendo a sus entrevistadores y nosotros no hemos superado ni el listón de domestizaje ni el listón cultural. HOY: MARIO JIMÉNEZ, VICESECRE GENERAL DEL PSOE ANDALUZ

—Buenos días, don Mario.
—Buenas noches, desgraciao…
—Oiga, que yo soy de izquierdas…
—Pero si no es del Psoe o de IU entonces no me vale. Empiece a preguntar. Contestaré a sus estúpidas preguntas lo más inteligentemente que pueda. 
—Acaba de afirmar usted que “Tony Cantó ha resultado ser un mal actor, un mal político y una mala persona”. ¿Todo eso lo deduce tras escribir en Twiter el diputado de UPyD que “la mayoría de las denuncias por violencia de género son falsas” y luego disculparse?
—Yo deduzco lo que me da la gana que para eso soy quien soy. 
—¿Y quién es usted, don Mario?
—Un andaluz nacido en Moguer, tal como ocurriera hace años con un tal Juan Ramón Jiménez. ¿Le suena el nombre de mi paisano? 
—Claro… Recuerdo aquello tan bonito de “Platero era pequeño, peludo y suave…”
—Oiga, ¿me está llamando burro? 
—Sólo estoy citando el comienzo de su libro más famoso.
—Ejem…, pregunte, pregunte… 
—Tiene usted fama de ser un Alfonso Guerra, pero en iletrado. ¿Qué tal lo lleva?
—Que me comparen con don Alfonso es un honor. 
—Hábleme del espíritu del 28-F. ¿Qué es eso?
—Es la unidad de todos los andaluces, menos los de derechas, claro, que esos no son andaluces. Es defender nuestra plena autonomía para que sigamos siendo la California del Sur de Europa. Es defender nuestra autonomía financiera, para que todo nos lo comamos y bebamos en la Junta de Andalucía. En fin, es pedir a gritos que a Andalucía, a los andaluces y andaluzas, a los andalucitos y andalucitas se nos trate equilibrada y equitativamente. 
—¿Y contra quién va dirigido dicho espíritu?
—Contra quién va a ser, desgraciao, ¡contra el gobierno de la derecha! 
—¿El que manda en Madrid o en Andalucía?
—Usted no tiene ni puñetera idea de política. Yo tampoco, pero al menos me defiendo y ya ve lo bien que me va. No sé cómo puede poner en duda la identidad de izquierdas de gente tan revolucionaria como Pepe, Manolo, Susana o yo mismo. Todos los días partiéndonos los cuernos por defender el progreso, la libertad, la solidaridad, la igualdad, el jamón de Jabugo y todas las cosas buenas que hay en la vida y, de un plumazo, nos quiere igualar usted con esos mangantes, corruptos, imbéciles y sátrapas de la derecha. 
—Oiga, que yo sólo he hecho una pregunta…
—Pero con muy mala leche… Sí, mi partido lleva gobernando más de 30 años en Andalucía y todavía no hemos conseguido el pleno empleo, una educación como la finlandesa, una igualdad en la riqueza y repartir un jamón a cada andaluz, andaluza, andalucito o andalucita, pero no se conquistó el paraíso en una hora, máxime cuando las fuerzas enemigas son muy numerosas y tienen muchísimo poder. 
—¿Y en cuánto tiempo calcula usted que se lograrán alcanzar esos objetivos tan loables?
—Si sólo gobernase la izquierda en este país, en Madrid, en Andalucía y hasta en la Unión Europea, yo calculo que en dos quinquenios lograríamos hacer que a este país no lo conozca ni la madre que lo parió. 
—Eso me suena, don Mario…
—Lo dijo don Alfonso y todo iba por buen camino hasta que el sátrapa de Aznar ganó las elecciones y estuvo ocho años de dictador en Madrid. Después tuvimos que casi volver a empezar de nuevo con Zetapé y cuando todo iba viento en popa, éramos campeones de la Champion y los brotes verdes florecían en la verde pradera de España y de nuestra tierra, entonces volvió de nuevo la derechona a joderlo todo. 
 —Pero en Andalucía sólo mandan ustedes y tienen competencias plenas en educación, sanidad…
—¡No me diga…! 
—Eso tengo entendido…, pero no me haga mucho caso, yo de política sé muy poco. Y, pasando a otra cosa, ¿qué quiere decir usted cuando pide a los jóvenes que sean catalizadores de una revolución, la del 28-F? 
—Pues está muy claro, ¿no? Usted sabe lo que es un catalizador, ¿no? ¡También sabrá lo que es un joven! Míreme..., alguien como yo, con la mente abierta al mundo, dinámico, que aspira a un planeta mejor, ecétera, ecétera… Entonces va usted y convierte al joven en un catalizador y lo mete no en un coche sino en una revolución. Entonces la fuerza que emerge de esa conjunción es de tal calibre que no hay dios, o sea, derecha, que lo resista. Y entonces es cuando ese mundo mejor que sólo los del psoe podemos conseguir se hará realidad. Un 28-F, día de Andalucía, podría ser una buena fecha para comenzar este sueño si los jóvenes se unen y se catalizan revolucionariamente. 
—¿Y si, por las razones que sea, no lo hacen?
—Entonces que les den morcilla. 
—¿De Jabugo?
—O del Porrosillo. Quien no lucha por hacer un mundo mejor es un indigno. 
—Como la derecha…
—Exactamente. Oiga, me está usted cayendo simpático… 
—Pues a mi jefe, un tal Juan Puñetas, usted le cae fatal. Dice que sólo es demócrata con los suyos, que es un mal hablado y que no sabe hacer la “o” ni con un canuto.
—Es un gilipollas… Si quiere, puedo ofrecerle un puestecillo de informador en la Agencia Andaluza del Vivo sin Vivir en Mí y así manda al Puñetas a hacer puñetas. 
—¿Y cuánto pagan?
—¿Lo único que le preocupa es el dinero? ¿Y el amor a la verdad, y la libertad de expresión, y el servir a una buena causa? 
—Me va a hacer llorar, don Mario… Pero, sáqueme de dudas, para terminar: Eso de los ERES famosos de la Junta de Andalucía, ¿es verdad, mentira o todo lo contrario?
—Se lo voy a decir muy clarito: Sólo detrás de la bandera de Andalucía está el futuro del pueblo andaluz. Y llevando la bandera está la Junta y sosteniendo a la Junta está mi partido, quien está dispuesto a partirse el alma porque esta tierra sea un vergel de progreso, de libertad, de solidaridad, de igualdad. Y si hay que hacer algunas trampillas de mil millones para que algunos ciudadanos nuestros coman jamón de Jabugo algún día que otro, pues se hace y no pasa nada porque nuestras intenciones siempre son buenas, ya sabe, progreso, libertad, solidaridad y esas cosas. 
—Pero las leyes penalizan algunos de esos métodos…
—Las leyes de la derecha, naturalmente. Si es que lo tiene todo atado y bien atado pero aquí estamos nosotros, y yo, Mario Jiménez el primero, para cambiarlas a golpe de pasión, de reivindicación, de futuro, de bandera blanca y verde, de… 
—…progreso, libertad, solidaridad y esas cosas…
—Es usted un reportero muy listo. Retiro lo de la palabra “desgraciao” que le dije al comienzo de esta entrevista. Ya sabe, siempre estoy dando caña a mis rivales políticos y a veces, sin darme cuenta, extiendo el látigo al personal de a pie que no conozco. Tenga mi tarjeta y se pasa hoy mismo por la Agencia Andaluza que le cité antes. 
—Pues muchas gracias, don Mario, pero no iré. Yo soy tan idiota como mi jefe, uno de esos que cree que más vale honra sin barcos que barcos sin honra.
—Pues usted se lo pierde, desgraciao… 

1 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Qué bien ha retratado a este vivales de la política!

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